Hoy se cobra conciencia acerca de las nuevas formas, más realistas y comprometidas, para educar a los hijos con un sentido humano y responsable, eficiente y visionario.
En esta realidad social, las familias de hoy van dando la pauta para educar a los hijos con nuevas características. Podemos analizar lo que algunos autores proponen como una nueva estructura que de soporte y oriente a los matrimonios modernos:
1-Pocos hijos para educarlos mejor. Esta característica ha mostrado aspectos positivos al contar con mayores recursos y mayor tiempo de convivencia entre padres e hijos, para compartir experiencias positivas. Entre lo negativo debemos recordar que la familia numerosa brinda un mayor número de oportunidades de interacción y además proporciona valores que promueven un crecimiento emocional saludable.
2 - Nuevas relaciones familiares. Cada día el padre participa más en las actividades del hogar y se involucra con mayor frecuencia en las responsabilidades de los hijos, aún y que cumple con el rol tradicional de ser “proveedor”. La madre acepta la importancia de la preparación profesional y los retos de un trabajo, además de continuar con los roles tradicionales de la maternidad. Este aspecto incide fuertemente en las nuevas relaciones intrafamiliares y en la educación de los hijos generalmente de forma positiva.
3 - -Nuevas estructuras familiares. El INEGI informa que, a comienzos de 1970, el 87% de las familias en México estaban estructuradas en forma nuclear (padre-madre-hijos). Sin embargo en el censo del año 2000 se refleja un cambio en la constitución de sus miembros. Sólo el 78% de las familias se integraban en forma nuclear. La formación familiar que consiste en solo uno de los padres (generalmente la madre) con los hijos se ha incrementado un 600 % en los últimos 10 años. El cambio de estructura y la reducción de miembros en el núcleo familiar son factores determinantes para su dinámica interna, así como para el desarrollo de los hijos.
2 - Nuevas relaciones familiares. Cada día el padre participa más en las actividades del hogar y se involucra con mayor frecuencia en las responsabilidades de los hijos, aún y que cumple con el rol tradicional de ser “proveedor”. La madre acepta la importancia de la preparación profesional y los retos de un trabajo, además de continuar con los roles tradicionales de la maternidad. Este aspecto incide fuertemente en las nuevas relaciones intrafamiliares y en la educación de los hijos generalmente de forma positiva.
3 - -Nuevas estructuras familiares. El INEGI informa que, a comienzos de 1970, el 87% de las familias en México estaban estructuradas en forma nuclear (padre-madre-hijos). Sin embargo en el censo del año 2000 se refleja un cambio en la constitución de sus miembros. Sólo el 78% de las familias se integraban en forma nuclear. La formación familiar que consiste en solo uno de los padres (generalmente la madre) con los hijos se ha incrementado un 600 % en los últimos 10 años. El cambio de estructura y la reducción de miembros en el núcleo familiar son factores determinantes para su dinámica interna, así como para el desarrollo de los hijos.
4-Interacción natural o artificial con el mundo. Las generaciones anteriores interactuaban mayormente de manera natural y espontánea con su entorno inmediato. Jugaban a la roña, a las escondidas, las canicas etc. Era normal y natural que durante estas actividades se desarrollaran habilidades de cooperación, competencia sana, tolerancia a la derrota, reconocimiento de logros sin necesidad de recompensa etc.
En los últimos años, esta forma natural de interactuar con su ambiente por parte de los niños, se ha transformado en una forma artificial y ficticia, tanto en su casa como en otros espacios de la sociedad.
La tecnología, en especial los videojuegos y la Internet, han propiciado que los niños sean más individualistas. Los niños crecen en ambientes solitarios dónde ellos mismos controlan y regulan su ambiente y fijan sus normas de interacción. Algunos padres utilizan la televisión como medio para cuidar a los hijos, convirtiéndola en “niñera” económica y práctica.
La televisión no solo obstaculiza el trabajo intelectual y/o escolar sino que, además, influye negativamente en el estado de ánimo del televidente. Los hijos requieren de mayor supervisión en sus actividades libres, una buena parte de la responsabilidad con los hijos y quizás la más importante, estriba en vigilar y validar la seguridad de los ambientes donde los hijos interactúan.
5-Cambio de valores.
- Existen estudios que demuestran la manera en que el valor “económico” y la “belleza física” ha venido ganando terreno en los modelos sociales y familiares de los últimos años. Según un estudio realizado en la Universidad de Texas nos presenta estos resultados:
- En la década de 1930 a 1940, los hombres valoraban altamente la castidad, el trabajo doméstico y el deseo de estar en casa con sus hijos, sin embargo en los años noventas estos valores fueron sustituidos por la educación, la inteligencia, la sociabilidad y una buena apariencia física.
- La mujer en los años treinta valoraba la estabilidad emocional, la madurez, el refinamiento y la buena salud; sin embargo en la década de los noventas adquiere valores muy similares a los del hombre como la educación, la inteligencia, la ambición, la laboriosidad y una buena apariencia física.
- Otros autores describen al hombre de nuestros días como el “hombre ligth” en el que prevalece un vacío moral, un marcado materialismo y hedonismo, permisividad, relativismo y consumismo.
- Esta transformación de valores humanos ha permitido darle un nuevo enfoque a la estructura y dinámica de las familias.
Debemos retomar lo más valioso del pasado para adaptarlo a nuestro presente y a nuestro futuro; debemos también aceptar que muchos paradigmas se han roto, y de forma responsable y abierta asumir lo que nos permita adaptarnos a lo moderno, sin perder nuestra esencia cultural.
Hola Ana buenos tardes. Este tema que nos preocupa a todos los que hemos formado una familia y sobre todo debería interesarle a las que en estos momentos se plantean formarlas.
ResponderEliminarSigo siendo partidaria de las familias con varios hijos, aunque los tiempos están complicados para poder mantenerlos bien, pero creo que la formación humana, el aprender a compartir y sentirse parte de un grupo ayuda a crecer como persona en todos los sentidos. Se pueden tener menos cosas pero se aprecian mas.
Te dejo el post que escribí ayer sobre este mismo tema.
Un abrazo
Excelente post Anita,como siempre no esperaba menos de tì.
ResponderEliminarSabes desafortunadamente vivimos una època super light e individualista donde el èxito y el posicionamiento social parece cada dia ganar mas terreno,mujeres que buscan el èxito profesional y dejan de lado cada vez màs el matrimonio,el brillar en sociedad dejando de lado mas a los hijos,actualmente cada vez mas la frase y el nucleo llamado familia es cada dia mas obsoleto tristemente.
Concuerdo en que todo evoluciona y estoy muy a favor de eso,las nuevas familias sn mas dinàmicas,algo que me encanta y hay màs sociabilidad que antes pero no hay que abandonar tampoco los valores que hoy tambièn parecen ser cosa del pasado.
Excelente post Anita,està genial el blog,aportas de vd cosas de valor y ùtiles para todos nosotros,felicidades y sigue siendo nuestra luz en el camino como siempre,te admiro y e quiero mucho como una mujer de vdd de un gran valor.
Tu siempre amigo Clark Carr.
Siempre interesante Ana. Creo que podemos revertir las cosas si adaptamos los valores del pasado como dices. Lo importante es ser partícipe del cambio en el seno de nuestras propias familias para redescubrir el respeto, los lazos humanos, la fraternidad, etc.
ResponderEliminarUn abrazo
César (Reosecrantz en Twitter)
Excelente texto, Ana. Los cambios son válidos y la realidad obliga a evolucionar pero es preocupante como es cada vez más común que las parejas tengan pocas ganas de comprometerse y le huyen a la responsilidad.
ResponderEliminarHola Ana excelente tema y sobre como siempre claro y preciso, es una verdad que no solo debe interesar a quienes han y están por formar una familia, sino a todos, la educación de los niños es la base de una sociedad futura.
ResponderEliminarCreo y defiendo el derecho de la participación en la mujer en la superación profesional y personal, pero igual creo que ese instinto de madre no se muere con estos hechos, solo es cuestión de que toda pareja cuando decidan tener hijos sean consientes de la gran responsabilidad que conlleva esto. Ese ha sido siempre nuestro talón de Aquiles parejas con muchos hijos que traen al mundo y “al haber como crecen”…
Gracias amiga como siempre es todo un gusto leerte con las reflexiones que nos das.