FEMINISMO HOYVeintiséis niñas de entre 9 y 11 años fueron violadas por su maestro en una aldea en China, según reportó el New York Times hace algunas semanas. Sus compañeros de escuela callaban ante los hechos, el poder ejercido por el maestro se imponía sobre ellos. En este reportaje se informa también que en esa zona del país asiático, la agricultura es la principal fuente de ingresos, pero sólo proporciona subsistencia a una parte de la población. Las familias se ven obligadas a elegir entre uno de sus dos hijos para que asistan a la escuela, pues es pesado pagar dos cuotas. Las niñas son usualmente quienes se quedan en casa.
Ésta es sólo una de la gran cantidad y variedad de noticias y reportajes que a diario nos llegan como pruebas fehacientes de que, hoy, aquí y ahora, en todas las culturas de este planeta, en mayor o menor medida, la mujer vive terribles situaciones de desigualdad, violencia y falta de oportunidades.
Sabemos que esta realidad ha acompañado al sector femenino por siglos y, a pesar de que como especie hemos evolucionado en distintos ámbitos, continúa habiendo en muchas sociedades una gran resistencia en aceptar que se requieren cambios estructurales que dejen atrás viejas prácticas de abuso, dominio y control sobre la mujer.
Sabemos que esta realidad ha acompañado al sector femenino por siglos y, a pesar de que como especie hemos evolucionado en distintos ámbitos, continúa habiendo en muchas sociedades una gran resistencia en aceptar que se requieren cambios estructurales que dejen atrás viejas prácticas de abuso, dominio y control sobre la mujer.
A quienes han alzado su voz y luchado en busca de un nuevo orden justo y equitativo se les ha llamado "feministas".
El Feminismo (con mayúscula) se remonta a épocas muy antiguas, como las primeras manifestaciones organizadas por algunas mujeres durante el Renacimiento, quienes pedían mayor estima hacia la dignidad femenina. Sus voces no lograron cambiar las leyes que las esclavizaban, que privilegiaban sólo al hombre para suceder al trono de algún reino; tampoco se les permitían poseer bienes, ni realizar alguna actividad intelectual, y menos, ser independientes.
El Feminismo (con mayúscula) se remonta a épocas muy antiguas, como las primeras manifestaciones organizadas por algunas mujeres durante el Renacimiento, quienes pedían mayor estima hacia la dignidad femenina. Sus voces no lograron cambiar las leyes que las esclavizaban, que privilegiaban sólo al hombre para suceder al trono de algún reino; tampoco se les permitían poseer bienes, ni realizar alguna actividad intelectual, y menos, ser independientes.
El Feminismo, como muchos otros movimientos sociales o culturales, se ha visto forzado a invadir por la fuerza distintos espacios, para lograr impactar abruptamente en contra de los paradigmas tradicionales. Ha tenido que tornarse extremo y a veces radical, para poder romper con muchos mitos irracionales y hacer visibles las injusticias y las falsas creencias.
Mujeres como Marie Gouze, mejor conocida como Olympia de Gouges, y hombres como M. J. A. Nicolas Caritat, Marqués de Condorcet, quienes durante la Revolución Francesa cuestionaron los valores y principios de su época, fueron fuertemente rechazados y castigados por la élite dominante, pero finalmente lograron sembrar futuro para las mujeres del mundo.
Mujeres como Marie Gouze, mejor conocida como Olympia de Gouges, y hombres como M. J. A. Nicolas Caritat, Marqués de Condorcet, quienes durante la Revolución Francesa cuestionaron los valores y principios de su época, fueron fuertemente rechazados y castigados por la élite dominante, pero finalmente lograron sembrar futuro para las mujeres del mundo.
En 1890, la promoción de lo femenino se transforma en un movimiento social que crece y se organiza para denominarse Feminismo, el cual surge con más fuerza en Inglaterra y Estados Unidos. Inicialmente su apoyo ideológico fue el liberalismo y el socialismo utópico; ideas calificadas como extremas, severamente cuestionadas y rechazadas por sectores tradicionales.
Posteriormente, el sufragismo fue el movimiento que propugnó para la mujer la obtención de los derechos políticos para que lograra la igualdad en los planos jurídico, económico y cultural.
Posteriormente, el sufragismo fue el movimiento que propugnó para la mujer la obtención de los derechos políticos para que lograra la igualdad en los planos jurídico, económico y cultural.
Sus logros no evitaron que este grupo fuera considerado un movimiento radical o dañino.
El Feminismo, tan severamente criticado, puede hoy ser analizado desde distintas perspectivas, puede quizás dimensionarse según los valores culturales de cada sociedad, pero no es posible dejar de reconocer su gran aportación en el avance de los legítimos derechos humanos... entre ellos el de vivir en paz.
Pero existen también grupos o personas que se oponen prejuiciosamente a los cambios. Gente que deja hasta su último aliento en defensa de lo que ellos consideran su verdad, única y absoluta.
Hoy, muchísimas mujeres que se consideran a sí mismas "conservadoras", no desean ser tachadas como "feministas" y SI lo son, porque disfrutan de los mismos derechos que los hombres, porque promueven una vida justa y equitativa, y sobre todo, porque se indignan cuando leen notas como lo ocurrido en una aldea china hace apenas pocos semanas.
Ana María Schwarz / Feminismo hoy
Pero existen también grupos o personas que se oponen prejuiciosamente a los cambios. Gente que deja hasta su último aliento en defensa de lo que ellos consideran su verdad, única y absoluta.
Hoy, muchísimas mujeres que se consideran a sí mismas "conservadoras", no desean ser tachadas como "feministas" y SI lo son, porque disfrutan de los mismos derechos que los hombres, porque promueven una vida justa y equitativa, y sobre todo, porque se indignan cuando leen notas como lo ocurrido en una aldea china hace apenas pocos semanas.
Ana María Schwarz / Feminismo hoy
Te felicito por tu blog es muy interesante por toda la informacion que comparte.
ResponderEliminarYo por mi parte prefiero la palabra Humanista.
Creo en un mundo donde todos tengamos los mismos privilegios y responsabilidades.
Donde se nos respeten los derechos que al nacer hemos adquirido.
De nuevo felicidades.