Una marcada característica de las sociedades actuales es sin duda los grandes desequilibrios en donde los extremos son cada vez más evidentes. Estos extremos van desde las creencias, carencias, abundancias, valores y sistemas de vida.
Naciones con híper desarrollo, donde conviven distintos individuos quienes interactúan desde espacios totalmente diferentes y diversos. Ya sea por recursos materiales, intelectuales o espirituales, encontramos extremos parecidos en naciones paupérrimas que apenas y sobreviven sin esperanza.
Es realmente difícil encontrar una respuesta económica, política, social y cultural que defina las convenientes relaciones entre estos fenómenos extremos, para que cada nación del mundo planee su futuro.
Los Organismos Internacionales como la ONU propone una serie de medidas y políticas que no dejan de ser buenos intentos, pero sin ninguna fuerza transformadora ni compromisos por parte de los líderes mundiales.
En un entorno mundial con tales características, ¿Cómo podemos educar a nuestros hijos? ¿Cuáles son los códigos morales o los valores que puedan desplegar alguna acción positivo ante esta realidad?
No tengo la respuesta. Solo puedo ofrecer posibles soluciones inmediatas que permitan a los padres de hoy sobrellevar su propia realidad y tratar convivir de la mejor forma con sus hijos y su ecosistema.
Quiero compartir consejos útiles desde una perspectiva humanista:
Quiero compartir consejos útiles desde una perspectiva humanista:
Ya que en el mundo occidental la Navidad representa una oportunidad a los padres al poder reflexionar sobre problemas existenciales; es en realidad una oportunidad para definir propósitos de cambio en renovadas actitudes en el futuro de nuestros hijos.
Comparto algunos conceptos y acciones que servirán para encausar nuestro esfuerzo y fortalecer los procesos de formación y educación de nuestros hijos:
• Educarlos para SER más que para TENER. La brecha entre el crecimiento económico y el desarrollo humano, en especial en países del tercer mundo, ha generado reglas de consumo que cambian en niñ@s y adolescentes la necesidad del ser, por la del tener. Es importante aumentar el valor de SER por encima del TENER. Esto incluye enseñarlos a vivir plenamente el SER de forma congruente, es decir, con ejemplos diarios de vida.
• Mostrar la realidad el “Consumismo”. Como padres no podemos enseñar lo que nosotros no hemos aprendido, así que volvamos a la congruencia en hacer lo que deseamos que ellos aprendan. En la época navideña es consumismo se vuelve un aspecto obligatorio, por lo que debemos ser muy cuidadosos, especialmente si se cuenta con los recursos para comprar todo lo que el niñ@ desea. Educar en la abundancia será siempre lo más difícil. Resaltar la diferencia entre “necesidad” y “posibilidad” y así demostrar que no es necesario desear más de lo que realmente sea “necesario”.
• Valorar lo intangible. Como padres debemos tener la habilidad de demostra al niño que la “felicidad” no es más que una opción en la vida. Para ser felices deben entender que su “felicidad” depende solo de ellos mismos y de nadie más. Aprender a disfrutar lo hermosos de la vida, no tiene nada que ver con las cosas materiales que se pueden poseer. ¿Cómo? Regalar a nuestros hijos paseos con una gran dosis de fantasías, libros que potencien su imaginación; regalarles nuestro tiempo como un obsequio invaluable. De nosotros depende mostrarles el mundo con sus distintas opciones de felicidad y placer.
• Valorar lo intangible. Como padres debemos tener la habilidad de demostra al niño que la “felicidad” no es más que una opción en la vida. Para ser felices deben entender que su “felicidad” depende solo de ellos mismos y de nadie más. Aprender a disfrutar lo hermosos de la vida, no tiene nada que ver con las cosas materiales que se pueden poseer. ¿Cómo? Regalar a nuestros hijos paseos con una gran dosis de fantasías, libros que potencien su imaginación; regalarles nuestro tiempo como un obsequio invaluable. De nosotros depende mostrarles el mundo con sus distintas opciones de felicidad y placer.
Finalmente, para los adolescentes que ya están en otra etapa en la que es sumamente importante establecer códigos que fortalezcan su formación, es primordial enseñar lo que el dinero representa en nuestra vida:
• Enseñar el valor del sacrificio cuando este sea necesario. A una acción difícil debe seguir una recompensa espiritual. Lo que más cuesta es lo que más se valora. Demos a nuestros hijos el ejemplo con nuestras acciones diarias y el valor que nosotros damos al dinero.
• Enseñar a diferenciar entre lo trascendente y lo vano. La vida nos muestra a diario ejemplos a nuestro alrededor; seamos capaces de mostrarlos a nuestros hijos. El dinero debe ser utilizado partiendo de este criterio.
• Enseñar el valor de las personas. Si verdaderamente todos los humanos tenemos la misma dignidad, es importante saber transmitir este valor a nuestros hijos adolescentes. Deben entender que el dinero no hace a una persona ser más digna que otra.
• Enseñar el sentido crítico en general y el del dinero en particular. La mejor manera es mostrarles ejemplos de personas y personajes que han valido por su mucho o poco dinero y la forma en que este objeto tan deseado, transforma a las personas.
• Mostrar el poder que da el dinero y a la vez el compromiso de poseer el poder. Saber transmitir que la vida sencilla no está peleada con las grandes hazañas y la forma en que los poderosos pueden trascender en lo bueno y en lo malo.
Con estas recomendaciones, muy posiblemente se logra marcar el camino para disfrutar la Navidad, impregnando a estas fiestas con un verdadero sentido HUMANO.
¡FELIZ NAVIDAD!
Querida Ana, me siento plenamente identificada con tu pensamiento, sin duda tenemos una gran responsabilidad ante la sociedad actual. El inicio de una cultura postmoderna, ha desencadenado la muerte de los ideales, una crisis en la ética, y el fracaso del desarrollo personal. Si antaño las ideologías exigían a sus sustentadores sacrificio y abnegación, actualmente sólo se procura el bienestar inmediato de las personas.
ResponderEliminarEs en estas celebraciones, donde se manifiesta la inequidad y desigualdad en valores, en posesiones, y poder adquisitivo. Una vez más se deja ver la importancia en el educar, en el formar, y este compromiso siempre comenzará por la familia.
Pero no todo es así de negativo, esta debilidad en la sociedad actual, la podemos transformar en oportunidades y fortalezas, y justamente una celebración como esta, servirá para demostrar que hay fe, hay esperanza, y hay un Dios que nos ama, está con nosotros, elevando el espíritu y el alma del hombre
¡Feliz Navidad!
Alicia Parada
Alicia, creo que la vida nos enseña a interpretar las experiencias/ Nadie nace sabiendo y en estos tiempos tan conflictivos, el ejemplo que demos a los hijos en la mejor enseñanza/Un abrazo y FELIZ NAVIDAD
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