Mientras en México nos
debatimos entre si evaluar o no a los maestros del sistema oficial, o la
conveniencia de que el sindicato nacional de la educación ocupe puestos claves
dentro de la operación de la SEP, el
mundo se está innovando en cuanto a los sistemas educativos que se enfocan en
el aprendizaje, e incorporan las nuevas tecnologías de forma importante.
La tecnología digital,
las redes sociales, las nuevas Bibliotecas en línea, el aprendizaje conectado,
E-learning, novedosas herramientas de animación y la bien llamada “Alfabetización
de la Información” están modificando no
solo el lenguaje que engloba al proceso educativo, sino que también está
exigiendo mayor y mejor capacitación por parte de los maestros y también de los
padres de familia.
Este es un tema que no
debe de ser solo para los profesionales de la educación ya que esta nueva forma
de entender la educación, tiene mucho que ver con las necesidades mundiales de
los distintos países para sacar adelante sus propios proyectos nacionales y la
capacidad de sus ciudadanos para encontrar soluciones a sus situaciones
cotidianas.
Aún y este mar de
nuevas opciones, de forma personal considero importante profundizar en un
tema toral: Cómo desarrollar y evaluar el pensamiento crítico en tus
estudiantes.
Esto no es nada nuevo, lleva mucho tiempo y se aplica de forma constante en países avanzados; pero desde mi punto de vista, en píses como México, no se le
ha dado la relevancia que tiene para la formación de un criterio personal que
sirva a estudiantes y jóvenes como herramienta para su propia vida. Debemos enseñarlos a que sean ellos quienes asuman posturas e ideologías propias.
Algunas sugerencias recogidas de los docentes del KIPP
King Collegiate High School (California, EEUU - http://www.edutopia.org/stw-kipp-critical-thinking-10-tips-for-teaching)
resultan sumamente interesantes para entender la importancia de incluir entre
los objetivos de cada modelo educativo, estas importantes funciones del
aprendizaje.
De forma concreta las
primeras recomendaciones son:
1- Cuestiona.
Cuestionar es el núcleo mismo del pensamiento crítico, así que se trata de
crear un entorno en el que la curiosidad intelectual sea potenciada y las
preguntas estimuladas. Se trata de integrar el flujo de preguntas a lo largo de
la lección. Interroga, pregunta a tus alumnos o a tus hijos sobre diversos
temas.
2- Ayuda a develar asuntos. Plantea preguntas provocadoras para construir argumentos en torno a ellas, identificando
términos ambiguos o subjetivos, clarificándolos y definiéndolos. Ponlos a
pensar. Un ejemplo: ¿Es una vida en la pobreza responsabilidad del individuo o
resultado de factores externos? A partir de ahí guía a los niños o jóvenes a
que encuentren las mejores respuestas. Procura no imprimir tu ideología
personal y respeta sus conceptos.
3- Dales herramientas para que participen activamente. Puedes utilizar giros y conectores
como “Estoy de acuerdo/en desacuerdo porque…”, “Entiendo tu posición porque…” o
“¿Puedes explicar qué quieres decir con…?”. Estas herramientas facilitan la
entrada en la conversación de los estudiantes, y guiarán su proceso de
pensamiento en el análisis de los argumentos.
4- Ofrece muchos ejemplos. La mejor manera de aprender es por
imitación: ejemplifica modos de participar en la conversación, maneras de
discutir puntos de vista, enseña con tu propio comportamiento aquello que
quieras que aprendan. Puedes utilizar
los de personas presentando argumentos, que encuentra en sitios tipo YouTube.
5- Impulsa la polémica constructiva. Las discusiones siempre implican diferencia
de perspectivas. Plantea temas controvertidos y escucha sus argumentos. Esto
funciona igual con niños pequeños partiendo de temas cotidianos que los
involucra directamente: ¿Qué programa de TV es mejor y por qué? Debes cuidar
que los temas elegidos sean del interés de los niños o los jóvenes.
6- Organiza discusiones socráticas. La discusión socrática es el método de
investigación en el que los participantes se intercambian preguntas que ponen a
prueba la lógica con el propósito de alcanzar una mayor comprensión o claridad.
7- Haz que los estudiantes se evalúen entre ellos. Puede ser difícil evaluar a los
estudiantes a la vez que intentas conducir una discusión socrática. Pero una
manera en la que los profesores en el King dan a sus estudiantes algo de
responsabilidad es organizando el aula en una disposición tipo “pecera”, con un
círculo interior y otro exterior. Los alumnos del círculo interior son los
participantes activos, mientras que los del exterior son sus
compañeros-evaluadores.
8- Pasa a segundo plano. Puede ser difícil para un profesor dejarse llevar y dejar que los
alumnos lleven la clase. “Pero cuando te eliminas de la ecuación” Recuerda que
de acuerdo al constructivismo social propuesto por Vigotsky, el maestro debe
ser solo un guía que logre llevar a sus alumnos a un entorno rico en zonas de
desarrollo próximo.
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